La importancia de abrir los ojos y ver las cosas tal como son, nos ayuda a entender la verdad y a ver el mundo desde otra perspectiva. Alejarse de la opinión de la mayoría permite la comprensión de la realidad. Las personas que muestran ser fieles seguidores de una corriente de pensamiento, conducen a la mediocridad. Gran parte de la nueva generación del siglo XXI afirma ser los salvadores del mundo. Son aquellos seguidores de corrientes que dicen acabar con la pobreza, pero subiendo los impuestos. Y es que la mayoría sigue corrientes antinaturales, les meten en la cabeza que son proyectos del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Terminando en desastres que la gente no quiere vivir. Y, sin embargo, alaban a quienes promueven tales pavorosas ideas.
Dicen estar en contra del discurso del odio, pero promueven la criminalización de un grupo. Y es que es una falacia que muchos no quieren ver tal como es. Los que promueven esas ideas, nada dicen acerca del antisemitismo, el anti cristianismo. Pero hay algo muy importante, el odio en los discursos de ellos mismos hacia los que no piensan igual que ellos. Solo les interesa un odio y no a todos.
Alzan la voz, y salen a convencer a la gente de que las mujeres son víctimas de malos tratos. Pero sin conocer la realidad de la otra parte. Promueven la defensa de la mujer, pero la reducen en un estado mental, en donde cualquiera puede arrebatarles sus victorias y logros. Promueven la igualdad de género, estableciendo privilegios que en realidad termina en desigualdad ante la ley. Salen con propagandas de que muchas mujeres mueren a diario por el hecho de ser mujeres, pero en nuestra sociedad nunca se ha visto a hombres saliendo a las calles, matando a mujeres de casa en casa como nazis matando a judíos por el hecho de serlo. No buscan solucionar los problemas, solo se disfrazan de salvadores, dicen actuar por la mayoría que sufre, cuando en realidad los autores son burócratas de la minoría que buscan sus propios fines a través de la mentalización de las masas.
En realidad, solo buscan institucionalizar las ideas, consecuencia de ellas, el aumento de la violencia, la desigualdad ante la ley, la criminalización general del hombre.
El 8 de marzo solo es una fecha seleccionada por burócratas que no hacen nada por la humanidad. Solo promueven agendas de las élites, por las élites y para las élites, haciendo creer a las masas que las hacen por ellos. No debería existir día de la mujer o del hombre. Debe ser todos los días la lucha contra los que quieren desarraigar nuestra naturaleza biológica y nuestras prácticas en la sociedad, que es lo que nos mantiene unidos como nación y lo que nos caracteriza como seres humanos racionales.
Para terminar, todos debemos estar en contra de la violencia contra cualquier persona, defender la igualdad ante la ley, que es lo justo. Los privilegios de un grupo social solo alimenta la injusticia. La mayoría nunca tiene razón, prueba de ello son sus representantes que eligen, solo se dejan llevar por lo último que escuchan o leen. A la mayoría le gusta que seas como ellos, discriminan a quienes no se ajustan a su estilo, ser acrítico abre las puertas a ser elogiado y alabado. Pero pensar diferente abre la puerta a la libertad.
Si quieres el cambio, haz algo diferente. ¡Que viva la libertad!
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